Por qué elegir soluciones inalámbricas para el Control de Acceso
Ventajas de tener una instalación rápida, cómoda y segura
Muchas veces nos centramos únicamente en las funcionalidades que los sistemas de control de acceso nos proporcionan una vez instalados:
- Operatividad: un sistema cómo para el usuario
- Control: información en tiempo real
- Seguridad: un sistema sin falsas aceptaciones
- Ahorro: mayor longevidad y menos consumo
- Escalable: flexibilidad y adaptabilidad para cualquier edificio y necesidad temporal o futura.
Pero en este artículo nos centraremos en lo importante que es también resaltar los beneficios que aportan en el momento de instalar el sistema, especialmente en el caso de los edificios en uso. La innovación aplicada en la última década nos permite garantizar una instalación rápida, cómoda y segura, sin que la actividad diaria de las instalaciones se vea afectada y garantizando la adaptabilidad del sistema a todos los accesos.
Mayor nivel de adaptabilidad y comodidad en la instalación
En España contamos con miles de edificios equipados con sistemas de control de acceso obsoletos, que tarde o temprano van a tener que cambiar por los últimos sistemas más innovadores, ya sea por deterioro de su solución actual o por acceder a un mayor nivel de seguridad y comodidad. En este contexto, resulta fundamental que las soluciones actuales, además de sus principales funcionalidades, ofrezcan el mayor nivel posible de adaptabilidad, de forma que se puedan instalar en todo tipo de instalaciones, puertas y sistemas con la menor molestia posible, sin que afecte a la actividad diaria de las organizaciones y garantizando en todo momento el mayor nivel de seguridad.
Los sistemas inalámbricos ofrecen el mayor nivel de adaptabilidad y comodidad, ya que no requieren de grandes obras al no tener que cablear las puertas ni las instalaciones, lo que permite instalar el sistema en la totalidad de accesos. Las manillas inalámbricas, por ejemplo, se adaptan al 90% de puertas, ya sean de madera, metálicas o de cristal; o cortafuegos, exteriores/perimetrales, correderas, acorazadas e incluso salidas de emergencia, ya que el sistema es compatible con las barras anti pánico.
Pero es que, además, la variedad de componentes permite que el sistema sea compatible con todas las soluciones que nos podamos encontrar en la puerta: los cilindros electrónicos pueden convertir cualquier tipo de puerta en un control de accesos, lo que hace apropiado para puertas en las que una cerradura standard es de difícil instalación; mientras que los lectores murales permiten la integración de ascensores, verjas o puertas de garaje en el sistema de control de accesos.
Mayor nivel de seguridad con menos obra y sin molestias
Toda esta adaptabilidad de los componentes, añadida a su sencillez en la instalación, supone una gran ventaja sobre los tradicionales sistemas de control de accesos, que requerían de grandes obras en su instalación, generando enormes molestias e, incluso, requiriendo la paralización total o parcial de la actividad de los edificios.
Esto suponía, en muchos casos, una barrera enorme a la hora de dar el paso a un nuevo sistema de control de accesos, ya que nadie quiere que la actividad de su empresa se vea afectada; y al final redundaba en el mantenimiento de soluciones obsoletas que no garantizaban la máxima seguridad de una instalación. Pero gracias a la innovación aplicada en el sector en la última década, la instalación de la solución ya no supone un problema para aumentar la seguridad de un edificio y podemos garantizar un mayor nivel de seguridad con menos obra y sin molestias.
Mayor mercado
Hay unos tipos de instalaciones concretas en las que este asunto es fundamental. Por un lado, están los edificios sanitarios, en los que obviamente no se puede detener la actividad de una planta entera porque supondría dejar a muchísimos pacientes sin servicio. ¿La solución para no quedarse en un control de accesos obsoleto, pero tampoco detener la actividad del hospital ni generar ninguna molestia a los pacientes?
Por otro lado, dentro de los edificios en los que también es fundamental garantizar una actividad normal durante la instalación, están los edificios de oficinas. La paralización de la actividad supondría mayores costes debido al traslado temporal de oficinas o, en su defecto, las obras que requieren los sistemas de control de accesos tradicionales generarían un altísimo nivel de molestia y estrés al empleado. Con las soluciones inalámbricas, en cambio, el usuario final no sufre ningún tipo de molestia y la actividad de las instalaciones no se ve afectada, lo que genera más oportunidades a los distribuidores, pudiendo acceder a instalaciones en edificios en uso, y no únicamente en obra nueva.
Grandes pronósticos del sector del control de acceso
Y es que nos encontramos en una época apasionante dentro del sector del control de accesos. Estamos de lleno en la transición de sistemas mecánicos a sistemas electrónicos, inalámbricos e inteligentes; y los últimos avances aplicados en este campo han revolucionado un mercado en el que la demanda de sistemas completos de alta seguridad inalámbricos basados en cerraduras inteligentes no deja de crecer. En este sentido, el objetivo de este artículo era poner sobre el papel y resaltar las ventajas que aportan estos sistemas de control de acceso durante la instalación en edificios en uso, ya que a veces nos centramos únicamente en todo lo bueno que aportan una vez instalado, pero no debemos olvidarnos tampoco de las ventajas que presentan durante el montaje: resultan mucho más rápidos, cómodos y seguros de instalar.
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